Para salir de Pucón tomamos una ruta que yo
no conocía y que hace tiempo deseaba recorrer. Siempre me llamó mucho la
atención pasar por Cunco, por lo que nos fuimos descubriendo nuevas rutas
revisando los mapas que nos llevaron a los caminos interiores. Aunque estamos
cerca de los poblados, transitar por este lugar nos hace sentir de vuelta en la
Carretera Austral. Los caminos son de tierra, y a su alrededor crece una
vegetación espesa y exuberante. Bordeamos el lago Colico pero no logramos verlo
ya que el camino nunca se acercó lo suficiente a la orilla.
Aun falta para Cunco
Ese día nos tocó
una lluvia intensa, quizás la más fuerte que habíamos tenido en todo el viaje.
Aunque sólo duraba unos tramos y a ratos dejaba de llover, el agua se filtró
por los orificios que con el tiempo se han hecho en nuestros trajes de lluvia y
terminamos con los pantalones mojados, la entrepierna específicamente. Las
chaquetas aguantaron bien.
Estos caminos interiores nos llevan a una
carretera muy bien mantenida que llega al lago Caburgua, va por Playa Negra y
continua entre los cerros para llegar a Curarrehue. Al llegar a Cunco me paré
en la orilla del camino a sacar una foto, en ese momento 5 pequeños cachorritos
me rodearon. Susan tenía muchas ganas de llevárselos de viaje con nosotros. ¿Se
imaginan viajando en moto con un perrito?
Apenas llegamos a Temuco pasamos a comer
algo delicioso y saludable, dos As completos con un té para pasar el frío. Estábamos en eso cuando se nos acercó un
motociclista gringo en una KLR que no hablaba nada de español y llevaba horas
buscando alojamiento. Él venía manejando desde el sur bajo una lluvia
torrencial por lo que necesitaba urgentemente secar sus ropas, Susan buscó en Internet
y lo llevamos a un hostal. Mientras fue a buscar su KLR se nos acercó un hombre
que tenía una Falcon, nos preguntó mucho por el viaje y por las motos, luego
nos ofreció alojamiento. Es increíble la hospitalidad y la hermandad que existe
en el mundo de las motos. De no poder alojar nuevamente donde Michelle,
habríamos aceptado la invitación.
Esa noche nuevamente fuimos de asado con
Michelle y nuestros nuevos amigos Temucanos. Tomamos y comimos como si no
hubiera un mañana.
La consecuencia fue que no nos levantamos
para nada temprano, pero ya debíamos decidir qué hacer. Como en esta segunda
etapa del viaje no hemos visto Araucarias y en las zonas altas estaría
lloviendo y nevando durante los próximos 5 días, decidimos ir al Parque Nacional
Nahuelbuta.
Nos fuimos a comprar lo necesario para
pasar unos días en el parque y preparar nuestras cosas, pasar la caña también.
En la noche Susan se animó a grabar una canción, ya que Daniel tiene todos los
equipos necesarios para hacerlo. Toda una experiencia para ella, y para mí un
agrado escucharla cantar. Cuántos talentos tiene esta mujer!! Es fascinante.
Nuevamente agradecemos a Michelle y Daniel
la estadía, esta vez más corta pero no por eso menos cómoda y entretenida.
Siempre es grato compartir con Michelle, gracias por todo amiga.
Elegimos el camino interior para ir al
Parque Nahuelbuta, pasamos por Traiguen y otras localidades pequeñas, todo
asfaltado. Recorrimos agradables y amplias curvas que se internan en los bosques
de la región de la Araucanía, una región forestal, por lo tanto sólo hay que
tener precaución con los camiones que circulan bien cargados, durante el resto
del trayecto casi no nos cruzamos con nadie. Nos sorprendió lo cerca que está
la entrada del Parque Nahuelbuta de Angol.
Buen viaje Traiguen
El Parque se encuentra en la cordillera de
la costa, es un cordón que lleva el mismo nombre. Para acceder hasta la entrada
circulamos por caminos de tierra que estaban en reparación. Se ve que no es
sólo el acceso al parque ya que circulan muchos vehículos, camiones y
camionetas que usan el camino como conexión con los pueblos que están al oeste
del cordón montañoso.
Llegamos al PN Nahuelbuta
Había llovido recientemente, sin embargo,
ese día el sol estaba radiante y nos abrigó durante la ruta. Pensamos que al
interior del parque habría más gente, pero como el pronóstico decía que iba a
llover, todos los terrones de azúcar se escondieron, nadie se presentó en el
parque, ni siquiera los guardaparques. Deambulamos en las dos guarderías un
rato buscando información, pero nadie apareció, así que comenzamos a dar
vueltas en las motos hasta que dimos con el sector de camping. Los sitios de
acampar están insertos en un bosque de hualles que a estas alturas del año ya
habían perdido las hojas, todos los árboles están cubiertos de barba de
anciano, lo que le da un aspecto misterioso. Ya en la noche el cielo despejado
nos permitió contemplar la gran cantidad de estrellas, así uno se olvida que
esta tan cerca de la civilización.
Preparados para recibir a la lluvia
Armamos nuestra carpa y tensamos muy bien
los vientos, teniendo precaución pues sabíamos que iba a llover. Comimos algo y
nos fuimos a dormir temprano para tratar de madrugar al otro día y hacer el
sendero de la Piedra del Águila. Sabíamos que la lluvia vendría mañana por la
tarde, así que había que aprovechar en la mañana para hacer la caminata.
Así lo hicimos, como nos dormimos bien
temprano pudimos levantarnos antes de las 10.00 am al siguiente día. Luego del
desayuno comenzamos a caminar por el bien marcado sendero de tierra, ahí nos
encontramos con otros visitantes que sí habían visto al guardaparques y nos
regalaron un mapa ya que ellos tenían dos. Gracias a ellos pudimos ver
realmente donde estábamos y hacia donde era la caminata. Nos comenzamos a
adentrar por los incipientes bosques de araucarias que hay al inicio del sendero,
pero rápidamente comienzan a aparecer los árboles milenarios en este paraíso. El
sendero bien cuidado nos comienza a llevar en ascenso hacia los bellos
miradores panorámicos. La caminata no es tan exigente como la habíamos esperado
y hay agua en el camino para rellenar las botellas. Además, ese día estaba nublado,
pero no hacía frío, un excelente y agradable día para caminar.
Iniciando el sendero
En el mapa se marca un sitio donde está la
Araucaria Milenaria, la reconocí porque ya había visto fotos de ella, pero no
tiene ningún cartel ni letrero distintivo, en realidad no es la única, más a
adelante se ven muchas más. Tremendos troncos y muy altas para que los
herbívoros no pudieran alcanzar sus puntiagudas hojas.
Araucaria Milenaria
Mientras ascendíamos por los bosques de
araucarias comenzamos a ver sus frutos en el suelo, el pehuén o piñón, con el
cual se preparan varios productos acá en la zona. En eso empezamos a escuchar
el retumbar de un tambor a lo lejos. Al principio pensamos que era idea
nuestra, sin embargo, al seguir avanzando el ritmo se hacía más profundo y
fuerte, los latidos de la tierra, de esta tierra ancestral, nos daban la
bienvenida, pues cuando llegamos a nuestro destino, en la Piedra del Águila, se
estaba llevando a cabo una ceremonia Mapuche.
Otras Araucarias milenarias
Extraño hongo que encontramos en el sendero
Y los árboles también se presentan de extrañas formas
Lamentablemente llegamos al final y no la
pudimos ver. Aun así, fue místico transitar por los bosques de araucarias con
el sonido del kultrun y las trutrucas de fondo.
Las impresionantes vistas que nos entregan
los miradores nos cautivaron varios minutos, aparte de los mapuche, había poca
gente en el lugar por lo que pudimos sacar muchas fotos. También se pueden
apreciar los diversos volcanes en las cercanías.
Cuando ya decidimos volver, antes que
llegara la lluvia, apareció mucha gente, que bueno que nos levantamos temprano,
de haber llegado más tarde no habríamos disfrutado tanto el lugar ni la
caminata.
Vistas en la Piedra del Águila
La Madre Tierra o Ñuke Mapu nos regaló el
tiempo justo para ir y volver, pues ya de regreso en nuestro campamento comenzó
a caer levemente algo de agua, pudimos cenar sin problemas y cuando estábamos
listos para meternos a la carpa comenzó a llover más tupido.
Llovió toda la noche, muy fuerte, pusimos a
prueba nuestra carpa que no habíamos usado desde hace un par de años, sin embargo,
aguantó bien y nada se mojó. Se suponía que al día siguiente volvería a llover,
pero una vez más tuvimos una excelente ventana que nos sirvió para desmontar el
campamento y guardar nuestras cosas. Salimos del parque en dirección de Angol
para luego tomar la ruta 5 hasta Chillán donde hicimos una pequeña parada en la casa de mi primo Camilo.
Abandonando el Parque
En Chillan aprovechamos de pasar a saludar a Jaime Dakar en el Otro Taller.
Inmediatamente al día siguiente nos fuimos a Talca donde nos estaría esperando el Nacho,
mi mejor amigo.
Ya con casi 12.000 kms y 4 meses de viaje,
era necesario cambiar neumáticos. Loretta, a quien conocimos en Pucón, nos hizo
la “paleteada” de conseguir
neumáticos y enviarlos a Talca. Muchas gracias a Loretta y Loretta Motos Chile,
la tienda que tiene en Santiago por este gran favor. No sabíamos qué hacer para
cambiar los neumas ya que en todos
lados donde habíamos cotizado en el sur estaban bien caros y ya la plata se
nos empieza a acabar.
Seis lukitas por cambiar los neumáticos traseros, y él mismo sacó las ruedas
En Talca nos recibió mi amigo Nacho, e inmediatamente
nos hizo sentir como en casa. Su departamento es grande por lo que es fácil
sentirse cómodos, él vive solo, pero una vez a la semana viene el Pancho, otro
gran amigo de viajes que va de pasada a Talca por trabajo. El Nacho nos pasó un
juego de llaves para que pudiéramos movernos con autonomía. Según él podíamos
quedarnos hasta diciembre. No sería necesario tanto tiempo, pero sí estábamos
pensando en trabajar uno o dos meses antes de seguir la ruta. Habíamos elegido trabajar en Talca, ni Susan
ni yo teníamos ganas de volver aun a Santiago demasiada gente y demasiados
vehículos.
Así salió la oportunidad de ir a la
Universidad Autónoma de Talca a dar una charla en el auditorio. La exposición
se dividió en dos temas centrales, “Vida y Aventuras en la montaña” y
“Motografiando América Latina, una Expedición en Moto”. Por mi experiencia en
montaña yo me hice cargo de la primera parte, luego Susan expuso nuestro viaje.
Tuvimos buena recepción por parte de los
asistentes, no sólo por la vida en Montaña, sino también por el viaje por
América Latina que estamos realizando.
Exponiendo en Talca
Aunque no estaba en nuestros planes volver
al Sur de Chile, nuestra estadía en Talca resultó bien interesante y
entretenida, aprovechamos de salir a rutear, fuimos al Cerro La Virgen, a Iloca
y a recorrer algún camino interior en las cercanías.
Jugando en la playa
Un día recibimos un mensaje de Gonzalo
Rojas para invitarnos a tomar desayuno. Él y su jefe también son motociclistas,
Gonzalo nos sigue en Facebook, así que nos reunimos con ellos para desayunar,
no tan temprano, y pasamos un muy buen rato con ellos, hablando de motos y de
viajes. Otro día salimos a tomarnos unos tragos con ellos.
Exquisito desayuno!!
Ya nos estábamos poniendo cómodos en Talca
pensando en nuestras opciones para trabajar al menos un mes cuando ocurrió lo
impensado. Nos contactaron por Facebook para decirnos que nuestro disco duro
robado había aparecido en un bar en Puerto Natales, y el que lo encontró lo
quería devolver. Así, rápidamente me contacté con Bernardo, nuestro anfitrión
en Punta Arenas, resultó que justo en dos días más viajaba a Santiago. El que
encontró el disco duro vivía en Punta Arenas así que se juntaron allá, Bernardo
recuperó nuestro disco duro y quedamos en juntarnos en Santiago.
Gracias otra vez Bernardo!!
No lo pensamos más, tomamos nuestras cosas,
nos despedimos afectuosamente del Nacho y nos fuimos a Santiago, en ese momento
nos pareció lo más adecuado, volver a dónde todo comenzó. Muchas gracias Nacho
por todos los buenos y grandes momentos, no nos veíamos hace mucho tiempo y fue
genial el reencuentro.
La primera etapa de nuestro viaje, el año
pasado, había comenzado y terminado en Santiago. Pensamos que este año, la
segunda etapa comenzaría en Santiago para terminar en Buenos Aires, pero
finalmente, luego de todo lo acontecido, nos pareció más apropiado terminar la
Etapa II: Explorando el Fin del Mundo en el mismo lugar donde todo comenzó, en
Santiago de Chile.
Muchas gracias Bernardo por rescatar
nuestro disco y traerlo a Santiago, de verdad la información ahí contenida es
invaluable para nosotros, todas las fotos, todos los videos del viaje. Una vez
más, muchas gracias!
Nuestra estadía en la Capital ha sido más ajetreada
de lo que nos imaginamos. Alcanzamos a ir a la exposición de Javier, Ida y
Vuelta en moto que se llevó a cabo en Santiago antes de continuar su ruta hacia
Colombia, hemos visitado amigos y familiares, nos reunimos con la gente del
Club Falcon y hemos vendido algunos artículos para costear la tercera etapa del
viaje.
Así que estando en Santiago, decidimos dar
por finalizada la Segunda Etapa: Explorando el Fin del Mundo. Todos los
objetivos que nos habíamos planteado se realizaron. Explorar la indómita
Carretera Austral, recorrer la mítica ruta 40, Chaltén y Calafate. Visitar las
imponentes Torres del Paine, llegar al Fin del Mundo en Ushuaia, descubrir
nuevos caminos en la desolada isla de Tierra del Fuego y el Parque Karukinka. La
segunda etapa de un gran sueño que sigue en movimiento.
Aprovechamos de rutear hacia el Embalse del Yeso mientras estamos en Santiago
A principios de agosto continuamos
Motografiando América Latina. Etapa III: Descubriendo el Valle Sagrado. Aún
estamos definiendo el recorrido, pero sabemos que nos iremos primero a Iguazú
en Brasil, luego recorreremos el Salar de Uyuni en Bolivia para llegar al
místico y mágico Valle Sagrado de los Inca en Perú y visitar las ruinas de
Machu Picchu.
Muchas gracias a todos ustedes por
seguirnos, por viajar con nosotros, ser parte de este sueño y de esta
Expedición en moto. Que tengan siempre muy buenos vientos.
El viaje continua…
Agradecimientos especiales a nuestros Auspiciadores y colaboradores: Relieve.cl y Jaime Salas, Trail on fire, Leonel Avilés y MotoCenter, Rodrigo Contreras, Pablo Zúñiga e Indotrail, Nómade Austral, Cristián Maragaño y MotoCamp Chile, Nina y Víctor, mi familia en Coyhaique, Ricardo y Cafetería La Nutria, 99% Aventura, Fili y El Mosco, Álvaro, Javier Valenzuela, Amado Álvarez, Andrés el Rey de la Bici, Hugo Ripper, Bernardo KLR y Moto Amigos Punta Arenas. Michelle y Daniel, Loretta Platoni y Loretta Motos, Claudio y Multienfoque.